Intentando ordenar

Hoy intentè escaparme un poco del ruido, de la casa, de las mismas paredes, asì que pesquè mi mochilita y parti hacia lo que me parecìa podìa ser un buen lugar de descanso. Recuerden que el dìa fomingo es regularmente el dia libre de las trabajadoras de casa particular y otras. Pero tambièn es el dia en que a todos se les ocurre salir....los lugares estaban llllleeeeennnnoooooosssss de gente, era algo asì como Vinna o La Serena en pleno febrero; asì que la escapada no me resultò mucho. Igual conocì una camino muy bonito que recorre la costa del Mediterràneo a travès de los Calenques, que son como....un poco como.... que dificil describirlo, pero murallas altas de una roca que no se como se llama y que cae de manera relativamente vertical al mar. Seguramente no entendieron nada de la explicaciòn pero cuando pueda revelar y escanear algunas fotos, se los muestro. Las playas son pequennas y por supuesto que ordenaditas, hay varias pero tambien hay mucha gente; el mar es tranquilo, de hecho no se oye el tìpico sonido de olas ni se siente ese olor penetrante, el "olor a mar" o a "yoduro" o a "pescado" (como dirìa Gus).

En medio del camino pude sentarme un rato a leer, sòlo hasta que el sol me ganò là batalla y se hizo insoportable. Volviendo por el sendero que rodea el mar, me encontrè con muchas personas y familias en dìa de pic nic, deporte, excursiòn o simple salida. Me llamò la atenciòn una sennora que debia haber tenido unos 60 annos pero representaba muchos menos; caminaba ràpida y agilmente por el sendero, subìa y bajaba con facilidad. Me fijè en sus zapatos: eran unas zapatillas deportivas especiales para el trekking. Y al mismo tiempo me imaginè a las mujeres indìgenas que suben y bajan cerros con igual agilidad pero con unas simples ojotas, generalmente cargadas son lenna, o comida o algùn pequenno metido en su aguayo. Mujeres que, por el contrario, generalmente parecen haber vivido mas tiempo cronològico del real; es que la dureza de la vida les ha curtido aùn màs la piel, agregando un poco màs de zurcos a sus rostros.

Asì que volvì a la casa, intentando nuevamente escapar, ahora de la multitud y del sol, pero justo hoy hay visitas... entonces no hay mucho donde estar, ademàs que por el fin de semana he cedido amablemente mi pieza a mi tìo, y su familia que han venido de visita. Claro que uno adopta una actitud como de servicio secreto, intentando pasar desapercibido "para no molestar". Entre medio logro llamar a mi casa, hablo con el Seba que no me pescò ni en bajada... y con mi mamà, snif.

Ademàs estoy intentando ordenar un poco mi estadìa acà, descubriendo y redescubriendo el sentido que esto tiene, trabajo de cada dìa. Darle un poco màs de sabor para que no me invada la monotonìa del trabajo. Quizàs concentrarme màs en aprender bien el francès, agregarle a eso algo de deporte (como lo estàn haciendo varios de ustedes) y por supuesto las respectivas escapadas que me permiten conocer los alrededores y no alrededores de la ciudad.