Tuesday, April 25, 2006

Los primeros dias

Haciendole el quite al metro (que no huele tan mal como dicen) he caminado un montòn por las calles de Paris. Todo bien ordenadito, los arboles que te interrumpan estan en plazas, parques y bosques y no en las veredas donde pueden "interrumpir" tu caminar. Hay un millòn doscientos mil cafes, aunque los precios acà son prohibitivos, un simple e inocente euro esconde màs de 600 pesos chilenos y aùn no he encontrado nada que valga menos de eso (ni siquiera un poco digno cafe de màquina). Asi que a comer poquito; caminar harto y pasar de largo por todo tipo de vitrinas tentadoras; sobretodo aquellas que tienen que ver con libros y comidas varias: quesos, vinos, dulces, pasteles,etc. etc.)

Acà la gente tiene la costumbre de leer, en el metro es costumbre ver a la mayorìa con algùn libro entre las manos (igualito que nosotros, que aprovechamos cada viaje para dormir).

La gente que se ve acà es increiblemente diversa, hay de todos los colores, amarillo oriental, blanco occidental, negro... y adivinen quienes son los que limpian banos, barren calles y ordenan la ciudad...los de oscuro pues. Si eso de la libertad, igualdad y fraternidad no ha llegado tan lejos. El tema de la inmigraciòn es im-pac-tan-te, donde yo "vivo" hay muchisimos arabes, pakistanies, indios, marroquies y otros; tambien hay mucho de ojos rasgados. Muchos, muchos.

Son ellos los que te venden los "souvenirs" fuera de los puntos turisticos; como hoy dìa que fui a Versailles y luego de pasearme por algunas horas en el boato de aquellos reyes, me encuentro a la salida con varias manos negras ofreciendo torres eiffel chiquititas y arreglàndoselas para achuntarle al idioma que tu hablas "bonjour", "hello", hola", porque a estas alturas ya es un desafio adivinar en que idioma va a hablar el que esta frente a ti.

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