Sunday, May 21, 2006

Los frutos

Que difìcil es a veces mantener el silencio, pero cuando uno lo hace en conciencia y se dispone a oir atentamente aquello que Dios quiere decirle a uno, entonces son muchos los frutos que caen del àrbol.

Esta semana fue especialmente intensa, la recè harto y me dejè llevar un poco por mis intuiciones, por la mano del que està arriba, abajo y a todos lados. El domingo pasado, luego de la partida de Marco, creo haber descubierto un poco màs claramente el sentido de mi estadìa por estas tierras. Al volver a casa, Hélène me dice que quiere conversar, inicialmente pienso "chuta, la embarrè", pero luego me comenta que tiene una proposiciòn que hacerme. Ella y su marido se van a separar, èl parte a Paris y ella se queda acà con los tres ninnos... me ofrece quedarme por un anno o por el tiempo que yo quiera. Trabaja mucho y necesita a alguien que la apoye en esto... en algùn momento me dice: trabajo demasiado, tengo 3 hijos, el deporte, las compras, el colegio, como puedo hacerlo? Y què le respondo yo: como todas las mujeres. Con fuerza y ayuda, todo se puede. Asì que intuyo que ese Alguien me ha querdido por aqui para apoyar a mi compannera de gènero, o màs bien a las pequennitas.

Indudablemente que ellas han comenzado a resentir todo lo que està pasando, y quien sufre las consecuencias? la ùnica con quien no tienen un lazo afectivo intenso: yo. La semana fue difìcil porque claro, pienso yo, no es a mi a quien necesitan sino a su papà y a su mamà; pero quien es la que esta? yop. Es duro para ellas, para todos, el ambiente es tenso, y èl se enoja por cualquier cosa, a mi parecer es demasiado violento. No soy quien para cuestionar sus formas de crianza pero prohibir cantar en la mesa me parece algo excesivo.

El viernes pasado ya fue musho con las ninna, demasiada rebeldìa y hasta malos tratos que yo no iba a soportar, asì que conversè con los padres (sin querer jugar el rol de acusete). Ellos conversaron con Jeanne y Louise y desde ese momento las cosas andan mejor. Esta semana ambos deben viajar a Paris para grabar una pelìcula, asì que la reina de la casa voy a ser yo, recen harto para que no se me rebelen estas cabras chicas. Ademàs que a mi no me gusta gritarles y esa es la forma en que èl dice que debo reglarlas pero saben que? la otra vez Louise jugaba con una munneca y de repente se puso a gritarle: cortala! portate bien! (en francès, claro). Me parece muy triste eso.

Pero estoy con hartas energìas para enfrentar esta semana y lo que venga. Sobre la propuesta de Hélène, tengo hasta fin de mes para pensarlo. Hasta el momento creo que un anno serìa mucho para mì, ademas que despues de pensarlo harto me di cuenta de que mi convicciòn inicial al venir acà era la de aventurarme, la de conocer, la de partir una y otra vez, no la de asentarme en un lugar.

Hasta hoy Marseille aùn me parecìa extremadamente extranna, ajena....o màs bien era yo la que me sentìa extranna, ajena. Hoy me levantè sin muchas ganas y me fui siguiendo un cartel donde anunciaban una Feria de Alternativas de Desarrollo, o alo asì, los tipicos temas de desarrollo sustentable y comercio justo y ecologia y esas cosas que me gustan a mi. Por supuesto que en el primer intento no encontrè el lugar donde supuse era la Feria asì que dije "bueno, sera", y me fui. Pero Algo me hizo devolverme, y se me apareciò entre las tìpicas nubes que aparecen en los monitos animados, mi papà que me decìa "Ten Fe", y caminando econtrè la Feria. Un lugar lleno de jòvenes alternativamente vestidos, mucho rasta y pannuelos en la cabeza; eso si, no habìan charangos ni quenas, todo muy europeo, como un recreo de chicos PUC (bastantes parecidos a mi, lo reconozco).

Y no me decido a entrar, menos a hablar. Doy alrededor de 5 vueltas por los stands, pienso que preferiria estar tras ellos y no como espectador, y me detengo en el primero a hacer alguna pregunta que rompiera un poco la distancia. Y le digo "Bonjour, je suis chilienne" y ella me dice: Du Chili? y se da vuelta y grita: Victor Hugo, una chilena! Y se da vuelta un tipo de unos 50 annos y me dice "yo tambièn soy chileno!". Contuve las làgrimas de emociòn, no lo podìa creer. Ella era Akima, de Algeria, èl era Victor Hugo, exiliado chileno que habìa llegado a Marseille hace 20 annos atràs. Asì que dos segundos despuès estaba yo ayudando a instalar el stand de Ecoforum; organizaciòn que èl preside y que mannana voy a conocer.

De ahì a conocer a su mujer a hija, no sin antres haber esperado algunos minutos a todo sol porque justo hoy dìa su auto quedò en panne. Cual conocida de toda la vida fuimos despues a un seudomatrimonio que acà es màs bien un contrato legal, celebrado en un parque, con harta comida rica y gente normal!!!!!!!!!!! como tù, como yo. Hasta de solicitud de telèfono me fui, kiubo.

Y ya que estabamos en esto de la Feria, aprovechè de acercarme al stand de comercio equitable para ofrecer mis humildes servicios. Solo hace falta llamar y tener un rendez-vous (reunion, juntacion, encuentro, meeting, etc).

Asì que piano piano se van abriendo nuevas puertas y ventanas en Marseille, ya no me parece ni tan ajena ni tan extranna. Asì que hay que creer cuando dicen que la Fe mueve montannas.

Gracias por el espacio, los he extrannado muchisimo, ahora podemos contarnos como les fue el sàbado, yo les cuento como estuvo el match Chile-Italia.

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