Una excusa a los 26

A mis amigas, amigos, cercan@s, lejan@s, próxim@s y no tanto:

Hoy el cielo no tiene ni una sola nube, el sol brilla sin decencia. Hoy cumplo años, lejos de los míos nuevamente... en términos físicos, claro.

Es algo más del mediodía, salí a caminar para tratar de hallar lo trascendente, en este día que podríamos llamar "especial" o quizás "particular". Por el patio de mi casa subí el cerro, alejándome cada vez más del pueblo, adentrándome cada vez más en el misterio de la vida. A medida que Putre se hace más pequeño el sonido del río se acerca, el viento con más fuerza y los colores se vuelven más intensos: el verde (porque aquí si hay verde), el azul, el blanco, el tierra, el amarillo, el piedra.

Estoy sentada en una roca que parece hubiera sido hecha para esta ocasión. Escribiéndoles, recordándolos. Teniendo ganas de usar este día como excusa para reunírnos, aunque sea en el frío de Santiago, con una sopaipilla en la mano y un navegaito en la otra.

Agradeciendo a Dios sus miles de formas de manifestarse, en estos colores, en este brillo, en esta luz, en el silencio, en este viento que a pesar del sol ha comenzado a congelar.

Vuelvo al pueblo, vuelvo con la alegría de participar de la Belleza de la Creación, a ver si logro escuchar algunas de sus voces.



PD. les debo el relato de la venida de los italianos...