Miro la hora

Putre. Día domingo. Respirar hondo. Si en Santiago los días domingo son fomes, imagínense acá…ay Dios, paciencia, paciencia. De las 400 almas que pasan de lunes a viernes, creo que un 75% se arranca (literalmente) a Arica por el fin de semana; sólo unos pocos valientes nos quedamos a respirar la soledad. Más me da risa que otra cosa, más me doy risa que otra cosa, como leona enjaulada de un lugar a otro, agarrando libros, cocinando, comiendo, inventando historias, escribiendo, sacando fotos…pero todo eso me lleva unas dos horas ¿y qué hago con el resto?, miro el reloj y son las 4, lo miro de nuevo y son las 4 dos minutos. Dejo de mirarlo. Vuelvo a mirarlo, y son las 5. Mejor no lo miro.

Salgo y vuelvo a entrar a la casa, me pregunto “cómo me fue”, “que hice”, “¿estas cansada?”, y vuelvo a reírme. Porque vivo sola, solita mi alma. Aunque mañana sube gente de Arica, amigos ya que también trabajan en el proyecto de Putre. Sube la Cata, una chilena vivida en Francia casada con un italiano de nombre Enrico. Ambos llegaron a Putre a hacer teatro comunitario. Ya somos familia con los chiquillos, como el mundo es tan pequeñito resultó ser ella la hija de la ex mujer de mi tío que vive en Francia. Así que como primas las dos.

A la derecha están Enrico, la Cata y el Loita, su hijo. A la izquierda están la Elba y la Vale junto a su hijo, dos chicas putreñas que dirigen la Casa de la Cultura. Al centro, don Saturnino.


Acá en Putre las cosas aparecen así, sin que uno las espere, de sorpresa. Así también me vi bailando en la Morenada Central de Putre, intentando coordinar pies y manos para bailarle a la “Virgencita” el 15 de agosto, con traje de china y todo, porque las cholas son las más “adultas”, nosotras las lolitas hacemos de chinas. Y ahí estaba yo, de pura casualidad, entre tanto “sujeto de investigación antropológica”, entre tantas mujeres, hombres y niños que discutían sobre los precios de los trajes que arrendarían a Bolivia pa verse “bien bonitos frente a la Virgencita de la Asunta”.

Ya son las 20.31 y es un buen momento para volver a casa, ¿a qué?, a leer no más, y a echar de menos la tele que tan poco vi cuando la tenía…jaja.

PD. el trato es este, yo escribo y ustedes escriben ¿bueno? si no es muy fome para mí, y recuerden que de fomedad ya tengo bastante…