Sunday, September 17, 2006

Japones

Tengo nueva casa, nueva pieza, nueva cama. El problema es que soy vecina de mi casa. Duermo en la casa de la vecina. En mi casa aun no hay espacio para mi, snif, asi que tengo mi pieza en la casa de la vecina. Ya van como 7 veces en que tomo mis cositas para partir, pero ya me voy acostumbrando, cada dia mas experta en identificacion de elementos indispensables para pasar el dia en otro lugar.

Es dia domingo y escucho los boleros de mi padre. Que buenos los boleros. La casa (mi casa) se ha llenado ultimamente de gente que viene a hacer arreglos, que pinta, que deja muebles, que se lleva otros, que repara el techo, que pone cortinas. aunque los maestros por aca no son de lapiz en la oreja y pantalon a medio camino.

Las ninnas estan en medio de la crisis. Pobres cabras, entre Paris y Marseille ya no pueden mas. Proyectan una rabia increible, no quieren ir a colegio, no quieren Marseille, quieren Paris, no les gusta la comida...uuuffff...chiquillas de porqueria. Dificil recordar a cada momento que hay que comprenderlas.

Yo, disfrutando a veces de mi condicion de ninna sola venida de lejos. Hay algunos que sienten compasion de mi "soledad" por estas tierras lejanas y de pura buena voluntad me buscan amigos de amigos que puedan hacerme compannia. Asi que ayer estaba invitada al "aperitif" en la casa de una venezolana...america latina, dije yo, y casi que me puse los zapatos de baile para asistir a la cita...error... llegue alla solita mi alma, pretendiendo que no se notara mi incomodidad de no conocer a nadie e intentando entrar rapidamente en "contacto" con el resto para salir del rol de la desconocida. LLegue a las 8.30, me fui a las 9.15, me escape; no resisti. De america latina era el puro nombre, al final eran puros franceses que se conocian desde hace no se cuanto tiempo y que no tenian mucho interes ni disposicion a compartir su conversacion. A la venezolana la vi desde lejos, corria de un lado a otro con su cabro chico a cuestas. Cuando senti el escalofrio de la incomodidad y el aburrimiento, y se me acabaron las ganas de andar inventando sonrisas y conversaciones, digna, siempre digna, me escabulli rapidamente. No todos los lugares son para uno.

Termine ensennando a bailar salsa (ojo, yo ensennando salsa) a un frances en un club cubano que hay por aca. El estaba impresionado con mi capacidad de baile....ja ja ja... se nota que es frances. Volvi para America pues.

De novedad en novedad, ayer fui a mi primera clase de Do In, una disciplina que combina el yoga y el qi gong; cuando el profesor comenzo a hablar pense que lo hacia en japones, luego de un rato me di cuenta que no era japones sino frances, y que yo no estaba entendiendo nada de nada. Voy a empezar a ir todas las semanas, incorporando una nueva ancla a este andar un poco incierto.

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