En Italia los perlas

El viernes pasado comenzò a las 5 de la mannana, a las 5.20 estaba sentada junto a mi hermano para comenzar el Sadhana (que aùn tengo que leer mucho para poder explicarles). Si, esto de lo espiritual se sigue propagando ràpidamente por la familia. Dos horas para pasar de la oscuridad a la luz, para recibir el dìa y la vida de la mejor manera posible. Asì que a las 7.30 a levantar, vestir y nutrir rapidito a las cabras chicas para dejarlas en el colegio y volver a tomar los bolsos para partir a la estaciòn.

El viaje fue espantosamente largo, de Marseille a Nice, de Nice a Milano, de Milano a Padova. No màs, por favor. Llevaba ya 10 horas de viaje cuando supe que el trencito italiano iba a tener 1 hora de retraso!!! Nunca entendì por què, se supone que dieron las razones por alto parlante pero como no entiendo, para mi era lo mismo, el tren estaba parado sin moverse y yo sòlo querìa llegar a la estaciòn final.

Pero lleguè, y ahì estaban la Cristina, Germàn y Marco. Por fin.

De lo poco que conoci puedo decir que Italia es hermoso. Muchos pueblos chicos, uno al lado del otro. Aunque cuando digo pueblo, no se imaginen esos pueblos chicos que estàn al lado de la carretera chilena....no, son pueblos perfectamente europeos. Me hacia falta el verde de esos paisajes, un cultivo en cada esquina, àrboles en las calles y veredas; quizàs no sucede lo mismo en las grandes ciudades, pero me quedo con lo visto.

El sàbado fuimos a la cima del Monte Grappa (asi se escribe?), a màs o menos 1500 metros de altura, y adivinen quien se nos apuno!!!!!!! Germancito el fràgil. En ese lugar estan las osamentas de miles de soldados italianos y austro-hùngaros que murieron en la primera guerra mundial. Miles, y si sumamos las familias de esos hombres, entonces son muchos màs los allì enterrados. Y cientos sin ni siquiera tener un nombre.

Bajamos luego al pueblo de Bassano (?), donde estaba el Puente de los Alpinos, y por supuesto que altiro se me vino a la mente la canciòn "...eran tres alpinos que venìan de la guerra...", para que decirles lo lindo que era este pueblo, ya se me van acabando las expresiones para describir y ya las palabras "lindo" "maravilloso" "bonito" van perdiendo intensidad cuando se repiten tanto.

En la noche acompannanos a la Cristina en una de sus innumerables actividades de la Comunidad a la que pertenece (Comunidad Papa Juan XXIII, para los que no la conocen). Una fiesta en una espacio central en uno de los pueblos; la posibilidad de hacer vida pùblica, de salir, de no estar encerrado en la casa sino de apropiarse de los espacios de encuentro con el otro.

Y el fomingo...a Venezia... kiubo...si, ese lugar que parece inalcanzable cuando uno es chico, que sale en cuentos, peliculas, libros. Y ahora si que no se como decirles lo increible que es ese lugar. Bueno, y si a eso sumo la compannia del viaje, entonces se vuelve aùn màs inolvidable. Venezia es una ciudad hermosa pero no es sòlo una postal, por sus canales y pasajes corre una energìa bien intensa, silenciosa, pero que se siente al caminar.

El lunes a Citadella, el pueblo de la Cristina. El dìa transcurriò entre conversaciones, saludos, conocer la vida de la Cris, tratar de adaptarse a la velocidad con que lleva el dìa a dìà, visita a la muralla medieval que rodea el centro de la ciudad (ojo: muralla medieval) y, para no ser menos, el partido Italia-Ghana.

A las 23.28 a tomar el tren a Marseille....buuuuu.... despuès de todo esto, quien querrìà volver? nadie. Aunque el viaje de vuelta estuvo mejor, era de noche y habìa lugar hasta para dormir. LLegar a la casa no fue precisamente atractivo, es como cuando llega marzo y uno vuelve de vacaciones, y a la mannana siguiente uno se despierta y dice "ah, verdad que ya volvì". Pero bueno, estaba mi hermanito por estos lados...unas buenas conversas y todo se hace mas fàcil. Hoy partiò a su comunidad de Yoga. Voy a tener que hacer solita mis oraciones matinales.

Y....aplausos especiales para Gustavo que està de cumpleannos!!!!!! FELIZ CUMPLEANNOS GUS !!!!!!!

PD. Las fotos del viaje estàn en la web, son las que tomò Germàn y unas poquitas mìas al final.